miércoles, 19 de febrero de 2014

CONVERSACIONES CONMIGO MISMO

Llevo dos días sin escribir. Falta de tiempo, de sueño, de ideas y de argumentos. Tal vez ha sido la venganza del aborrecío Cupido, después de la caña que le di el viernes. A veces es que la cabeza no me da para almacenar tantas ideas, preocupaciones, fobias, proyectos, flasbaks o como se diga. Y ayer y anteayer me ponía frente al teclado y no me salía nada, pero nada...¡que frustrante! ningún tema, ni gastronómico, ni religioso, ni de viajes, ni de sentimientos...
    Mis padres al hacerse mayores se me han vuelto unos niños indefensos, y me parece que son ahora mismo más hijos míos que padres. Paradójico, tras años de temores y respeto, que los roles se truequen, que sigan los miedos, pero ahora otros. El tiempo vuelve y retuerce las cosas. Hoy me dijo mi padre cosas, muy serias, con serenidad, pero con una tristeza que me dio que pensar y me ha dado la inspiración para poder teclear esta noche. No estoy preparado para muchas cosas, tal vez nunca lo esté ni tú tampoco, y esto hace que me coma la cabeza con antelación y que tenga tristezas prematuras.
   
      En la tele ponen "Una habitación con vistas" una película que me encantó hace casi treinta años, en aquel viejo teatro circo, tan añejo, con tanto sabor. Maravillosa cinta cuidada, del buen cine, y ambientada en esa Florencia renacentista, que siempre ansío y añoro, como la Bullock en "Mientras dormías", que creo que ya os lo dije jejje, y a la cual nadie me lleva, ni me dice de llevarme. Uno de mis deseos más anhelados, más esperados y por lo que veo, más inalcanzables. Florencia, Firenze, que cara te me estás haciendo!

   Hablo con gente que es engañada, por sus parejas, por sus amigos y lo peor de todo, por ellos mismos. El engaño es la mayor de las miserias, de las traiciones, de la subversión de los valores, de las decepciones. Hay gente que disfruta haciéndolo, no terminaré de entender que sacan con ello y el placer que hallan, nunca, nunca. No engañaros y por favor no engañarme ni dejarme que me engañen.

    Ya media la semana. Y con tantas cosas que hacer casi ni me entero. Por cierto, me temo que tendré albañiles pronto en casa, y ya premio completo. Pocas ganas de nada, de casi nada. A ver mañana que me sale. Seguro que me sale del alma, de ese alma que a veces se asoma a sus balcones, a sus barandillas.
   

6 comentarios:

  1. Los mayores son como niños y nosotros. ¿Como somos?.
    Con el tiempo, todo va volviendo.
    Buen día.

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  2. Todo el tiempo que puedas disfrutar junto a tus padres, es un regalo de Dios!! Vívelo así, disfrútalo así... Sí, es verdad, se vuelven como niños... y, a veces, te das cuenta de que te miran y piensas... "estará pensando qué va a ser de mí el día que falten"?? Nosotros, seguramente, estaremos bien y lo que queremos ahora es que ellos también lo estén!! Me pasa algunas veces que sorprendo a mi madre mirándome largo rato... Ella piensa que duermo, pero yo medio levanto los ojos y la observo... me mira. ¿Qué pensará? Luego nos quedaremos con ese recuerdo de sus ojos puestos en nosotros... El año pasado pensábamos que la perdíamos y mira tú... una prórroga más, que vivimos con alegría y como todo un regalazo de allá arriba!! Cuídalos, mímalos y quiérelos mucho!! Ese amor es el que ellos te han dado a ti... Un abrazo. Gúmer.

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  3. Creo que casi todos tenemos motivos para estar hartos, yo lo estoy ante el egoismo de la gente, me parece flipante que las personas llegemos a ser tan egocéntricas, y solo pensemos en nosotros mismos, sin pensar que los demás tal vez necesiten algo de nosotros, aunque sea una llamada o un café a media mañana, en fin, cada uno con sus demonios..
    Que vas hacer en tu house?? yo tengo alergía a los albañiles..
    La Polo

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  4. Migraña monumental, marrones por solucionar en el trabajo, algún compañero que solo lo es porque se sienta al lado, los de Central dando por saco y, como dice la Polo, todos con el Goya al egocentrísmo (a una le sacaría los ojos y me haría dos pendientes con ellos...). ¡Solo me faltaba hoy leer este post! Pesa mucho la preocupación por los padres, tanto como la de los hijos y es que somos la generación sandwich, en medio estamos en este momento de la vida. Pero si la preocupación pesa, mejor no sostenerla demasiado tiempo y pasar a otra cosa mejor: como dice Gumer, disfrutar todo lo que podamos de ellos y mostrarles lo que les queremos y lo que nos hacen falta. Siempre han sido y son apoyo y motor de mi vida. En fin, estoy blandica hoy...y no me lo puedo permitir porque estoy en Mordor y se me comen los horcos, ea.

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  5. No sé, porqué, hoy me recuerdas más que núnca a esos versos de Lope de Vega que me persiguen desde que los escuche a Mocedades.

    http://www.goear.com/listen/1e31a15/soledades-mocedades

    Y es que, aunque pretendas lo contrario, amigo Temple, no podrás evitar ser un eterno romántico, un empedernido y jodido eterno romántico. Besícos.

    A MIS SOLEDADES VOY

    A mis soledades voy,
    de mis soledades vengo,
    porque para andar conmigo
    me bastan mis pensamientos.

    ¡No sé qué tiene la aldea
    donde vivo y donde muero,
    que con venir de mí mismo
    no puedo venir más lejos!

    Ni estoy bien ni mal conmigo;
    mas dice mi entendimiento
    que un hombre que todo es alma
    está cautivo en su cuerpo.

    Entiendo lo que me basta,
    y solamente no entiendo
    cómo se sufre a sí mismo
    un ignorante soberbio.

    De cuantas cosas me cansan,
    fácilmente me defiendo;
    pero no puedo guardarme
    de los peligros de un necio.

    El dirá que yo lo soy,
    pero con falso argumento,
    que humildad y necedad
    no caben en un sujeto.

    La diferencia conozco,
    porque en él y en mí contemplo,
    su locura en su arrogancia,
    mi humildad en su desprecio.

    O sabe naturaleza
    más que supo en otro tiempo,
    o tantos que nacen sabios
    es porque lo dicen ellos.

    Sólo sé que no sé nada,
    dijo un filósofo, haciendo
    la cuenta con su humildad,
    adonde lo más es menos.

    No me precio de entendido,
    de desdichado me precio,
    que los que no son dichosos,
    ¿cómo pueden ser discretos?

    No puede durar el mundo,
    porque dicen, y lo creo,
    que suena a vidrio quebrado
    y que ha de romperse presto.

    Señales son del jüicio
    ver que todos le perdemos,
    unos por carta de más
    otros por cartas de menos.

    Dijeron que antiguamente
    se fue la verdad al cielo;
    tal la pusieron los hombres
    que desde entonces no ha vuelto.

    En dos edades vivimos
    los propios y los ajenos:
    la de plata los extraños
    y la de cobre los nuestros.

    ¿A quién no dará cuidado,
    si es español verdadero,
    ver los hombres a lo antiguo
    y el valor a lo moderno?

    Dijo Dios que comería
    su pan el hombre primero
    con el sudor de su cara
    por quebrar su mandamiento,

    y algunos inobedientes
    a la vergüenza y al miedo,
    con las prendas de su honor
    han trocado los efectos.

    Virtud y filosofía
    peregrina como ciegos;
    el uno se lleva al otro,
    llorando van y pidiendo.

    Dos polos tiene la tierra,
    universal movimiento;
    la mejor vida el favor,
    la mejor sangre el dinero.

    Oigo tañer las campanas,
    y no me espanto, aunque puedo,
    que en lugar de tantas cruces
    haya tantos hombres muertos.

    Mirando estoy los sepulcros
    cuyos mármoles eternos
    están diciendo sin lengua
    que no lo fueron sus dueños.

    ¡Oh, bien haya quien los hizo,
    porque solamente en ellos
    de los poderosos grandes
    se vengaron los pequeños!

    Fea pintan a la envidia,
    yo confieso que la tengo
    de unos hombres que no saben
    quién vive pared en medio.

    Sin libros y sin papeles,
    sin tratos, cuentas ni cuentos,
    cuando quieren escribir
    piden prestado el tintero.

    Sin ser pobres ni ser ricos,
    tienen chimenea y huerto;
    no los despiertan cuidados,
    ni pretensiones, ni pleitos.

    Ni murmuraron del grande,
    ni ofendieron al pequeño;
    nunca, como yo, afirmaron
    parabién, ni pascua dieron.

    Con esta envidia que digo
    y lo que paso en silencio,
    a mis soledades voy,
    de mis soledades vengo.


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  6. Florencia, Roma, el Coliseo, la toscana italiana, un buen plato de pasta, una buena ruta por la Roma Latina de Julio César.... Si un día me toca la lotería, haz las maletas, que nos vamos =)


    Murrow!!

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