jueves, 27 de diciembre de 2012

TURRONES

Bandejas enteras por doquier. Por todas partes se simultánea el turrón con los polvorones, mantecados o mazapanes. Esta borrachera de dulce y gula, que durante una quincena nos hará olvidar propósitos de mesura y buenas intenciones, sobre todo en cuanto a dietas equilibradas y esas cosas.
    Así que he decidido dedicar el post casi semanal de índole gastronómica, al turrón. Me declaro superfan del blando o "Jijona", que es un hermoso pueblo alicantino, donde se baila la "sandinga" una especie de malagueña muy hermosa en la que los hombres abanican a las mujeres, muy hermoso todo. Aunque es estas fechas me satura su presencia omnipresente, y prefiero el trocico comprado en las noches septembrinas de feria, en los puestos de turrones jijonencos o de Lucena, que ahora que lo pienso, hay muchismos turroneros  de allí en las ferias, con sus puestos en los que preside el cuadro de la Virgen de Araceli, hermosisma ella también. Ese trocico envuelto en plástico, que deja las manos un poco aceitosas es un ritual innegociable de entre todos los demás (miguelitos, pollo con champán, bocata morcilla...) de mi feria, de nuestra feria.
      El "duro" también me gusta. Pero cuesta mascarlo jeje. Se le denomina "de Alicante", pero no tengo constancia que en la capital se fabrique. Ahora que me acuerdo en Hellín, aparte de caramelos también lo hacen. Aunque el duro me gusta mucho, prefiero las "tortas imperiales" que es un duro más finico y que cuesta menos comer, y que de niño siempre nos traía mi querida y recordada tía Ramona, que se fue el sábado de gloria, sin dar guerra, como hizo toda su vida, mientras templetillo avistaba la bahía de Cádiz, sin poder despedirse de ella.
    Lo que no me gustan son las variedades exóticas. Hasta en esto soy clásico y tradicional. Que no, ni con pistachos, ni guirlache, ni yema ni na, blando o duro, como a veces estoy o me encuentro. Más veces blandico, porque uno no es de piedra y se emociona y se cae; otras duro, porque las cosas y la gente a veces, te hace ponerte detrás de la muralla, con una cota de malla particular que ojalá fuera de brisa y risa siempre...
      Me resuena el lobo, que buen turrón, el turrón veinticinco, vuelve a casa por navidad, 1880, el turrón más caro del mundo, de suchard...parte de nuestra memoria visual e histórica. Sin olvidar ese turrón doméstico de almendra, nueces, miel y palomitas de maíz, hecho bajo los peñascos de la ribera del Júcar, mientras la Virgen de Cubas acuna a su niño, en su humilde ermita, que más que santuario es un portal.
     Y en nada florecerán los almendros de los que saldrá el fruto básico de este dulce. Bonita estampa la de estos árboles floridos. Ya les dediqué un post una vez; lo mismo hago otro, pero nuevo, como es mi día nuevo, y sobre todo mi noche nueva y buena, mientras cierro los ojos y sueño con la nieve y flores de almendro. Quizás pronto, las veas desde tu ventana.
    ¡ah! que he leído que el turrón blando es bueno para el ardor de estómago. Aunque yo tengo otros ardores jejeje...y mañana los inocente, y que sea lo que Dios quiera!

7 comentarios:

  1. De turrones, se trata la cosa y turrones los que te esperan en Córdoba.

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  2. Muchacho, tú no has probado el de yema quemada que hago yo...con 10 yemas, almendra molida, canela, ralladura de limón...srrrlup!
    este año me he vuelto loca y he hecho 4 clases de turrón en casa: el duro, el de yema, el de guirlache y de chocolate. Me ha faltado el blando. Más barato no me ha salido pero el sabor, no tiene comparación. Y lo bien que me lo he pasado. En fín, a cada uno le da por una cosa...

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  3. Aunque no soy muy "galga", el turrón es uno de mis dulces favoritos. Mi preferido es el blando, pero no le hago ascos a un buen turrón de Alicante.
    Pepi

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  4. Yo saco las galgerias de un botijo, osea, que me como cualquier turrón, duro, blando o de yema, los experimentos con gaseosa, esos de natanueces con guindas y licor con sabor a pistachopiñacolada se lo dejo para los atrevidos, yo para estás cosas soy más tradicional, a ver si nos vemos, apache, y nos tomamos un turroncico o unas cañas turroneras....
    La Polo

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  5. Juan Carlos sabes de mi tendencia a la neurosis...Pues de pequer me fui con el cole a Jijona a ver las fabricas de turrones. estaba emocionado ya que me gustaban muchisimo. Cuando llegamos a la fabrica el intenso olor a melaza me hizo que me pusiera a vomitar como una manguera. HAsta la fecha los turrones me dan una grima fuertisima..pero tu post es precioso querido.

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  6. Ay, en cuanto me descuido se me amontona el trabajo. Hijopordios, qué capacidad de narrativa, unos días sin entrar por aquí y vaya cantidad de faena tengo.
    A mi el turron me gusta con locura, el de Jijona si puede ser, por favor. Eso sí, mejor antes o después que durante la navidad. Me está más bueno. La Clara tiene encima de la mesa de la cocina los trocicos cortados, junto con las sobras de cascaruja. Cada vez que paso por ahí (que al cabo del día son una cuantas) siempre pillo algo, no tengo arreglo. Hasta cuando la cascaruja se pone blanda y el turrón baboso... lo que cuesta controlarse

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  7. Querido Juanico.
    No te preocupes que yo te prepararé un flan de turrón de Jijona muy suave pero con autentico sabor a turrón, claro que por estos "lares" lo tomamos de Sonseca ,pero de la misma calidad y sabor que el de Jijona.
    Lleva una pastilla entera de turrón, medio litro de nata liquida, dos sobres de cuajada royal, leche, el secreto de manolo y mucho, mucho amor.
    Como ves suave pero contundente y....habrá que desgastarlo!! jejeje

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