viernes, 21 de diciembre de 2012

INVIERNO SIN BLANCOS

Pues no. Por mucho invierno que entre hoy, no está el parque nevado, y me temo que no lo vamos a ver. Este viejo parque albaceteño, antes de los Mártires, ahora de Abelardo Sánchez, sigue en su color gris invernal, tras haberse teñido de amarillos y naranjas en meses pasados, y formando la alfombra de hojas caídas, como piezas de un pachtwork inmenso, que han sido borradas por el viento, por la escoba y por el tiempo.
     Sino lo remedia ese fin del mundo tan manido y repetido, hoy comienza el invierno. La cuarta estación, aunque yo me quedo con la quinta y esa canción "me muero por conocerte". Todas son masculinas, menos la primavera, que es la que da la nueva vida al año, los colores al campo y al cielo, algo así como el renacimiento tras estos meses de días menguados, de frío en el rostro, cuando no en el alma, y grises, demasiados...
    Hibernum tempus. Y en mi tierra dice el refrán: "nueve meses de invierno y tres de infierno". Es la castellana llanura, de amplios horizontes, con algún arbolico desperdigado, y los cielos mezclando azules, lilas, rosas y algún anaranjado atardecer. Esta noche, soñando con la suerte de los que saldrán en el telediario de mediodía con la papeleta talismán de suertes y bienes, también entraré en el mundo onírico de  unas navidades blancas, solo conocidas en ese villancico tan americano, tan clásico. Unas pascuas, porque aquí las navidades son las pascuas, viendo caer la nieve que no cae, tras los cristales, envuelto en mi manta y tu sofá, con un halo de melancolía, de emotiva cadencia, de silenciosos decires.
       Comienza el invierno. Y un día más, escuchando los buenos días. Un día que es más que todo eso, es una nueva historia, una nueva entrega de esta novela que escribo y comparto, y que ojalá no acabe en mucho, muchísmo tiempo. Con blanco invernal, gris de solsiticio y siempre verde de esperanza, que aunque hace tres días siempre estará conmigo, contigo, con vosotros.
       Cielo despejado. Pocos grados. Y no nieva nada. Sólo algún copo en el pensamiento, que a veces se seca por la rutina, la tarea y esa distante cercanía. Una hora y pico ya cumplida de este veintiuno, y el mundo sigue, y gira, y gira, en el espacio infinito, como la canción de Jimmy Fontana, que mira que me gusta.
     

6 comentarios:

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  2. a mi me da igual que nieve esta mañana, pero no quiero que se acabe el mundo hasta que hayamos desayunado juntos! tengo ganas de verte, tía y de pasar mucho rato contigo, y de que me abraces..

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  3. Mejor que la canción de "gira, gira" es la de "yira, yira" de C. Gardel. Para cuándo un post de Gardel?¿? Entra el invierno, y yo me he adelantado a la estación del frío con un resfriado del 15. Así soy yo; cuando empiezan las fiestas me pongo malo. Me aplicaré eso que dices de la mantica en el sofá, y si no nieva da igual, porque entre la medicación y los delirios de la fiebre puedo creer de un momento a otro que estoy en Formigal. Un abrazo!

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  4. Pues menos mal que en Murcia no vemos la nieve ni en postal.
    No me gusta nada.
    ¡Que asco, cuando se ensucia de los coches y las pisadas!
    Pepi

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  5. No me importa un invierno sin nieve, no soporto el frío ni la nieve....que angustia de tiempo, anda que no me queda ná hasta el verano, en fin, mientras llega tendremos que aguantarnos y vivir con este frío verbal y este viento morral......
    La Polo

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  6. Por aquí pocas nieves vemos, como no sea en sierra nevada o en determinadas ocasiones, por la sierra si suele nevar algo más.
    Al de nieves, año de vienes.
    Buen día, ando liado de preparativos Navideños.
    Un besote.

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